Etiqueta: como tratar personas difíciles

Cómo tratar personas difíciles

5 reglas para tratar con personas difíciles

Cómo lidiar con personas difíciles

  • La forma más eficaz de responder a una persona difícil es observar primero las propias reacciones emocionales y físicas.
  • Un problema común que se produce al comunicarse con personas difíciles es olvidar el objetivo deseado de la interacción.
  • Ensayar mentalmente una próxima conversación con una persona difícil puede reducir la posibilidad de decir algo reactivo que la empeore.

Últimamente, a medida que más y más organizaciones exigen al menos una vuelta parcial a la oficina, parece que mucha gente está luchando por volver a estar cerca de personas de las que estaban muy contentos de distanciarse mientras trabajaban desde casa. Y no son sólo mis clientes individuales los que me lo dicen.

Recientemente he recibido varias solicitudes de sesiones de coaching y formación para organizaciones con el fin de ayudar a sus empleados a comunicarse mejor y gestionar sus interacciones. Después de dos años de separación, a muchos les resulta bastante estresante volver a un entorno de oficina con aquellos que les resultan difíciles.

A la hora de anticiparse a una interacción con la llamada persona difícil, hay varios componentes importantes que hay que tener en cuenta. Siga leyendo para conocer las herramientas que le ayudarán a no empeorar la situación.

1. Para desescalar, aprenda a dominar la pausa.

Los conflictos con personas difíciles pueden convertirse fácilmente en un círculo vicioso cuando nuestras propias reacciones intensifican la situación. Y cuanto más se intensifique el conflicto, más nos asustará y estresará la idea de futuras interacciones, con lo que todo el ciclo vuelve a empezar. Por lo tanto, tu objetivo en cualquier situación que te haga reaccionar mal debería ser asegurarte de no empeorarla.

La herramienta más eficaz para asegurarte de que no estás agravando una situación es convertirte en un experto en hacer una pausa y ser un buen observador de tus propias reacciones emocionales y físicas. Antes de responder a alguien que te ha molestado, fíjate: ¿Qué siente mi cuerpo? ¿Se aceleran mis pensamientos? ¿Estoy a punto de caer en una trampa, diciendo algo incendiario de lo que luego me culparán?

Incluso el mero hecho de adquirir el hábito de esperar cinco segundos antes de hablar cuando estás en un conflicto puede ayudarte a no hacer más daño.

2. Tenga siempre presente el resultado deseado.

Otro problema común en nuestras interacciones con personas difíciles es que nos distraemos por nuestro disgusto y perdemos de vista los objetivos que estamos tratando de lograr. Cuando te ves obligado a interactuar con alguien que está siendo difícil, es muy fácil desviarse del camino («¿Te puedes creer lo imbécil que es esta persona?») y acabar dejando la interacción sin acercarse a lo que esperábamos conseguir.

En cambio, recordar qué objetivo persigues -resolver un asunto específico, obtener una respuesta a una pregunta, aclarar algo confuso, hacer una petición oficial para que se haga algo- puede ayudarte a asegurarte de que te mantienes en el camino y estás lo más cerca posible de alcanzar tus objetivos.

3. Siempre que sea posible, ensaya por adelantado.

Las personas difíciles pueden ser especialmente expertas en sacarnos de nuestras casillas al conseguir un aumento emocional. Al igual que un músico, un actor o un deportista tienen más probabilidades de dar en el clavo en una actuación difícil si han practicado, también la práctica y el ensayo pueden ayudarnos en nuestros momentos interpersonales más estresantes.

No tengas miedo de escribir el guión de una conversación difícil, sabiendo, por supuesto, que tendrá que haber algún margen de maniobra incorporado. Y lo que es mejor, ensayando de antemano, puedes idear una redacción que tenga menos probabilidades de agravar la situación (como el uso óptimo de frases con «yo» para describir tus sentimientos: piensa: «Me sentí frustrado cuando no cumpliste con este plazo porque me creó trabajo extra», en lugar de: «Siempre llegas tarde con las tareas»).

4. No sobrepersonalice.

A menudo, las interacciones interpersonales más difíciles son aquellas en las que nos tomamos las cosas demasiado a pecho y nos sentimos heridos o insultados por el comportamiento de otra persona cuando en realidad no tiene nada que ver con nosotros.

Observa tus pensamientos en busca de distorsiones que hagan que la situación tenga más que ver contigo de lo que realmente es, o que empeoren innecesariamente el resultado de una situación. Por supuesto, a muy pocos de nosotros no nos molesta, al menos en cierta medida, la idea de que alguien esté activamente molesto con nosotros o que no le gustemos. Pero cuando una persona difícil muestra patrones consistentes de disfunción a través de situaciones y con diferentes personas, hay un control limitado que podemos tener sobre su comportamiento, y sólo agrega preocupación y angustia innecesarias para culparnos a nosotros mismos.

5. Un poco de conciencia de sí mismo y de empatía son muy útiles.

Por supuesto, en cualquier debate sobre cómo gestionar las interacciones con personas difíciles, sería negligente si no reconociera que algunos de nosotros somos las personas difíciles, a menudo sin saberlo. Por lo tanto, puede ser útil reflexionar sobre su comportamiento, especialmente si ve estos patrones de interacciones difíciles en distintas circunstancias de su vida.

Ya sea que estés haciendo cosas para agravar la situación o que tu lenguaje corporal, tu tono o tus palabras te hagan parecer más agresivo de lo que pretendías, puede ser útil tratar de aumentar tu autoconciencia buscando tus propios patrones. Y, por último, aunque siempre sea la otra persona la que se pone difícil, a veces puede disminuir la frustración enviando algo de empatía hacia ella. A veces, las personas más perjudicadas, o las que están deprimidas, sufren un trauma o simplemente no reciben el apoyo adecuado en su vida, pueden parecer villanos, cuando en realidad cualquiera de nosotros podría tener su misma conducta (¡o peor!) si se viera abocado a sus circunstancias vitales.

 

Traducción y adaptación realizada para PsicologosMyS.Com desde: Psicología Hoy.