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Técnica de control de comportamientos no deseados

Técnica de manejo de impulsos de comportamientos no deseados

El manejo de impulsos es una técnica para controlar los comportamientos no deseados.

Con esta sencilla técnica de manejo de impulsos puedes aprender a evitar comportamientos no deseados. En lugar de ceder a un impulso, como un surfista que cabalga una ola, se intenta manejar este impulso a realizar un comportamiento no deseado. Al cabo de poco tiempo, el impulso pasará por sí solo.
Esta técnica puede utilizarse para dejar o reducir el consumo de drogas y alcohol, las reacciones emocionales
como «estallar» cuando se enfada, el juego y otros comportamientos no deseados.

Proceso del impulso de comportamientos no deseados

  • Despertar: Un impulso es desencadenado por una persona, lugar, pensamiento, sentimiento, o cualquier otra cosa.
  • Sube: El impulso se vuelve más intenso. Esto puede ocurrir gradualmente o muy repentinamente.
  • Pico: El impulso alcanza su punto más intenso. En puede sentirse como si el impulso nunca fuera a desaparecer.
  • Caída: El impulso pierde intensidad y finalmente se desvanece.

Cómo practicar el manejo de impulsos

  • 1. Reconozca que está teniendo un impulso.
  • 2. Observa tus pensamientos y sentimientos sin intentar cambiarlos o reprimirlos.
    Nota: Es normal sentir cierta incomodidad durante un impulso.
  • 3. Recuérdese a sí mismo.

Ten en cuenta que:

  • Está bien tener impulsos. Son reacciones naturales a las adicciones y los hábitos.
  • Un poco de malestar está bien. No tienes por qué cambiarlo.
  • Un impulso es una sensación, no una «obligación». Puedes tener esta sensación y elegir no actuar.
  • Un impulso es temporal. Como cualquier otro sentimiento, pasará por sí solo.

Otras técnicas de control de impulsos

Gestión de los desencadenantes.

Utilice habilidades de afrontamiento para reducir el poder de los desencadenantes.
Conozca sus desencadenantes con antelación y tenga preparada una estrategia o habilidad preparada para cada uno de ellos.

Ejemplos: respirar profundamente si estás estresado, comer si tienes hambre, abandonar un lugar si es de alto riesgo.

Retraso y distracción.

Haz algo para distraer tu mente de la urgencia. Cada minuto que se retrasa aumenta la posibilidad de que el impulso se debilite por sí solo.

Ejemplos: ir a dar un paseo, escuchar música, llamar a un amigo, leer un libro, practicar una afición.

Para terminar es bueno señalar que estas técnicas de control de impulsos te ayudan en parte a aprender a controlar y sobrellevar el impulso a efectuar un comportamiento no deseado. Pero, es bueno además, mediante psicoterapia de tipo psicoanalítico profundizar en las causas de esas conductas y conocer lo inconsciente que subyace al síntoma.